Un proyecto que une tradición, diseño y funcionalidad
La tipografía Granaina Font, inspirada en la cerámica tradicional de Fajalauza, ha traspasado fronteras y ha encontrado un nuevo hogar en las calles de Melilla. La Ciudad Autónoma ha emprendido un ambicioso proyecto de renovación de sus placas identificativas, donde la elección de esta fuente no solo aporta elegancia y legibilidad, sino que también establece un puente cultural entre dos ciudades históricamente hermanadas: Granada y Melilla.
En palabras de Ángeles de la Vega Olías, Jefa de Sección de Atención al Ciudadano y Estadística de Melilla:
«Para nosotros era importante encontrar un tipo de letra que se adecuara a la nueva imagen de nuestras placas identificativas de vías y resulta especialmente ilusionante que, gracias a vuestra desinteresada cesión de la tipografía Granaina Font, un proyecto como el vuestro, basado, precisamente, en la tipografía de las placas de identificación de las calles de Granada, acabe en las de una ciudad como Melilla, que se siente muy hermanada con la vuestra.»
Esta colaboración refleja cómo el diseño tipográfico puede convertirse en un elemento de conexión entre territorios, reforzando identidades locales mientras se moderniza la señalética urbana.

Innovación en materiales y diseño: Durabilidad y estética
El proyecto no solo destaca por su elección tipográfica, sino también por su enfoque innovador en materiales y composición visual. Las antiguas placas de aluminio, que con el tiempo perdían color y legibilidad debido a la exposición solar, han sido sustituidas por un material acrílico de alta resistencia, similar al utilizado en las modernas placas de matriculación de vehículos.
El diseño de las nuevas placas simula azulejos cerámicos, con un fondo blanco que recuerda a la tradición alfarera y un escudo policromado de Melilla en la esquina superior izquierda. Sobre este fondo, los nombres de las calles aparecen en azul cobalto, utilizando la Granaina Font, lo que aporta un equilibrio perfecto entre tradición y contemporaneidad.

Granaina Font: Una tipografía con alma histórica
Creada a partir de la inspiración en las inscripciones cerámicas granadinas, la Granaina Font ya había demostrado su versatilidad en diversos proyectos. Ahora, su aplicación en el espacio público de Melilla confirma su adaptabilidad y fuerza visual.
Sus trazos, que evocan la artesanía tradicional, se integran a la perfección en un entorno urbano, aportando:
- Legibilidad inmediata incluso a distancia.
- Personalidad única, vinculada a la cultura mediterránea.
- Elegancia tipográfica, que refuerza la imagen institucional.
Melilla y Granada: Un hermanamiento tipográfico
La elección de la Granaina Font para este proyecto no es casual. Melilla, una ciudad con una riqueza cultural y arquitectónica extraordinaria, ha buscado en esta tipografía un vínculo con Granada, otra joya del patrimonio español. Ambas comparten una historia marcada por la influencia andalusí, lo que hace aún más significativa esta conexión a través del diseño.
Además, el uso de una tipografía inspirada en la cerámica tradicional refuerza el carácter artesanal y autóctono del proyecto, alineándose con la tendencia actual de reivindicar lo local frente a la globalización visual.

Cuando el diseño une ciudades
La incorporación de la Granaina Font en las calles de Melilla es un ejemplo de cómo el diseño gráfico puede trascender su función práctica para convertirse en un elemento de cohesión cultural. No se trata solo de modernizar la señalética, sino de enriquecer el espacio público con una tipografía que cuenta una historia.
Como bien expresó Ángeles de la Vega, este proyecto es una muestra de hermandad entre ciudades, donde el diseño actúa como lenguaje común. La Granaina Font, nacida en Granada, ahora también nombra las calles de Melilla, dejando así un legado tipográfico que perdurará en el tiempo.